Claridad y mitos desenmascarados: todo lo que necesitas saber sobre la carne cultivada 

La carne cultivada tiene como objetivo producir pollo, cerdo, ternera y mariscos que se vean, sepan y tengan la misma textura que la carne convencional, pero sin necesidad de sacrificar animales. En su lugar, se produce utilizando fermentadores, similares a los que se usan para elaborar cerveza, para replicar un medio similar al que ocurre dentro del organismo animal y fomentar el crecimiento natural de células animales en tejidos como el músculo o la grasa, que son lo que dan a la carne animal su color, sabor y textura tan característicos 

A medida que la industria de la carne cultivada crece, circula mucha información confusa y malentendidos sobre este nuevo tipo de alimento y las normativas que lo rodean.

Es importante destacar que la carne cultivada es diferente de la carne de origen vegetal. Mientras que la carne vegetal tiene el mismo aspecto, se cocina igual y tiene también el mismo sabor que la carne, pero se produce completamente a partir de plantas, la carne cultivada se produce tomando una pequeña muestra de células animales y permitiéndolas crecer en un fermentador. Este proceso reproduce las condiciones naturales dentro del cuerpo de un animal, proporcionando los nutrientes necesarios como agua, proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales, para producir la carne que todos conocemos de manera más eficiente. El resultado es carne picada que se puede convertir en una variedad de productos finales, indistinguibles de la carne convencional.

La carne cultivada solo estará disponible para los consumidores europeos una vez que sea aprobada por los reguladores. En España, la normativa aplicable es la  normativa europea sobre Nuevos Alimentos, uno de los marcos regulatorios más exigentesdel mundo. Este proceso de aprobación es riguroso y requiere una evaluación detallada de la seguridad y el valor nutricional del producto en base a la evidencia aportada por el productor, y suele alargarse al menos 18 meses. Una vez que la carne cultivada obtenga la aprobación, podrá venderse en los 27 países de la UE, incluida España. En julio de 2024, la empresa francesa Gourmey fue la primera en solicitar la aprobación de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para comercializar su foie gras cultivado, aunque es probable que pasen varios años antes de que productos de este tipo estén disponibles para los consumidores en España.

La carne cultivada se produce mediante la reproducción natural de células en un entorno controlado, de manera similar a como las células se multiplican dentro del cuerpo animal. Por ello, el término ‘sintética’ resulta especialmente engañoso, ya que los productos sintéticos se fabrican a partir de sustancias químicas o artificiales, lo cual no es el caso de la carne cultivada. Comparar este proceso con la ‘síntesis’ es incorrecto, al igual que no llamaríamos ‘sintética’ a la producción de yogur, que también implica la multiplicación natural de células, o de productos tan típicos de nuestra gastronomía como el vino.

En Europa, la industria está compuesta principalmente por start-ups, y en España contamos con algunas de las más prometedoras de nuestro continente. De la misma forma que la cerveza puede ser producida tanto por pequeñas microcervecerías como por grandes marcas internacionales, la carne cultivada puede producirse a diferentes escalas. Para fomentar un ecosistema diverso de productores, es importante que los gobiernos financien investigaciones abiertas y apoyen a las pequeñas empresas, en lugar de dejar la innovación únicamente en manos del sector privado. Proyectos como RespectFarms y la start-up Meatosys están explorando formas para que los agricultores puedan producir su propia carne cultivada directamente en sus granjas. Impulsar y apoyar el desarrollo de este sector tan innovador es, por tanto, también apoyar a nuestras PYMES y su crecimiento y apostar por nuestro sector alimentario de cara al futuro.

Los consumidores españoles merecen tener acceso a una información clara, transparente y veraz tanto sobre los alimentos que se encuentran actualmente en comercialización en nuestro país como sobre las diferentes innovaciones alimentarias que se encuentran en desarrollo y que aún están lejos de llegar a nuestros supermercados. Nuestro sector alimentario ha demostrado, en numerosas ocasiones, ser capaz de incorporar innovaciones a nuestra tradición culinaria para desarrollar productos novedosos y atractivos que no sólo han sido un éxito en nuestro país, sino también fuera de nuestras fronteras. La carne cultivada es únicamente un ejemplo más de cómo los avances en I+D pueden contribuir a un sistema alimentario más sostenible, más justo y más seguro en el futuro y pueden ofrecer nuevos horizontes a nuestras empresas y productores. n sistema alimentario saludable, sostenible y accesible. Además, el centro tiene como objetivo desarrollar una hoja de ruta clara para la producción de alimentos alternativos seguros y sostenibles, fomentando el crecimiento de start-ups y nuevas empresas, y promoviendo la aceptación de estas innovaciones entre los consumidores y productores.