Europa apuesta por la fermentación para transformar el sistema alimentario

La Comisión Europea acaba de lanzar su nueva Estrategia Europea de Ciencias de la Vida, donde destaca el enorme potencial de la fermentación como tecnología clave para hacer nuestro sistema alimentario más sostenible e innovador.

2 julio 2025

Con una inversión de 350 millones de euros, esta estrategia podría suponer un salto cualitativo en la innovación alimentaria en toda Europa. La fermentación avanzada se presenta como una herramienta capaz de crear ingredientes alimentarios innovadores y sostenibles, usando materias primas renovables y reduciendo el impacto ambiental.

Esta tecnología se utiliza también para producir proteínas sostenibles a través de dos aplicaciones principales:

Aunque las startups y PYMES europeas lideran el desarrollo de estas tecnologías, pasar a la producción a escala supone un gran desafío económico y técnico. Por eso, la estrategia propone un conjunto de medidas concretas para apoyar el crecimiento del sector, como:

Además, la estrategia también propone contar con la comunidad científica para aclarar las dudas sobre los alimentos ultraprocesados y generar más confianza entre los consumidores. En este sentido, organizaciones como PAN International y GFI Europe han publicado recursos para profesionales de la salud sobre los beneficios de las proteínas de origen vegetal para la salud.

Una oportunidad para España y su industria agroalimentaria

España cuenta con una sólida base para aprovechar esta estrategia europea. La reciente Estrategia Nacional de Alimentación destaca que nuestro país dispone de una infraestructura de investigación avanzada, con hubs de innovación y centros tecnológicos dedicados al desarrollo de proteínas alternativas. Esta Estrategia, de hecho, también reconoce las proteínas alternativas como una de las principales tendencias que marcarán la alimentación en España, y plantea acciones por parte de las administraciones para “promover la innovación y desarrollo de nuevos alimentos e ingredientes [y] fuentes de proteína alternativas”.  

La industria agroalimentaria española, reconocida por su vocación innovadora y su fuerte presencia exportadora, tiene en estas tecnologías una gran oportunidad para mejorar su competitividad, generar nuevos empleos y abrirse a nuevos mercados internacionales. Para ello, es necesario que las administraciones nacionales y autonómicas pongan en marcha las medidas adecuadas para impulsar la I+D en fermentación, faciliten el acceso a infraestructuras de escalado movilizando las inversiones necesarias, y apuesten por hacer de nuestro país un referente del sur de Europa.

Un ejemplo concreto del potencial español en este campo es MOA Foodtech, una startup que trabaja con fermentación de biomasa y que recientemente ha conseguido una subvención de 2,3 millones de euros del programa acelerador del Consejo Europeo de Innovación, junto con un compromiso de financiación en capital de 12,5 millones de euros a través del fondo EIC. 

Las proteínas alternativas no solo reducen significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero, facilitan un uso más eficiente del suelo y tienen un menor consumo de agua en comparación con la producción convencional de carne, sino que también son clave para avanzar hacia un sistema alimentario más sostenible y resiliente.

A nivel europeo, la presidencia danesa del Consejo de la UE ha manifestado un compromiso con la apuesta por la biotecnología agroalimentaria, impulsando este cambio hacia modelos productivos más innovadores y sostenibles. España puede y debe jugar un papel protagonista en este proceso, desarrollando tecnologías como la fermentación de precisión para fortalecer la competitividad del sector dentro de una economía circular.